Una de las películas que más me han aburrido de los últimos tiempos. Lo he pasado fatal para poder terminarla. Uno de los problemas fundamentales de la película es el error de casting mayúsculo, en especial, con la elección de Douglas Booth como Romeo y de Ed Westwick como Tibaldo. Qué chicos, aburren hasta a las ovejas, sólo sabe poner morritos. Mira que tenían a Christian Cooke

, y le han dado un papel totalmente secundario.
Los únicos actores que destacan son Paul Giamatti (quiero un Oscar para él, ya!!) que podría recitar la guía telefónica y aún así, me emocionaría y Natasha Mcelhone.
La música, preciosa pero un poco repetitiva.